Con miedo, emoción y muchas ganas, salí de Pamplona. Había leído un poco de historia, relatos de viajes, consejos de otros viajeros, y llevaba en las alforjas un poco de recelo y ganas de ver qué se movía por allí.
El descubrimiento de un nuevo país. Una gente que merece la pena y te hace explotar en risa y emoción al pasar horas con ellos. Un poco de rabia y asco por los invasores (nosotros, los viajeros).
Un puñado de sentimientos que llevaba anclados en la mente se fueron desvaneciendo a medida que recorría aldeas y hablaba con los bereber, llenando el equipaje de otro tipo de sentimientos, experiencias, emociones.
Un mes para descubrir un lugar de la ostia, gracias a la gente, y gracias a viajar solo y en bici.
Luego los recuerdos y ese sentimiento extraño de haber crecido tanto y sentir que has ofrecido tan poco a esa gente que lo ha dado todo por ti.
La ruta
La parte de la ruta que más te ha gustado
Desde los verdes valles custodiados por áridas montañas hasta las desérticas tierras sin vida humana, pasando por rojizas laderas, marruecos tiñe el paisaje de un color que queda grabado por completo en mi retina. Quizá el valle de Ait Blal, con sus rojizas tierras y los remotos valles del Assif Melloul sean los más bonitos para mi.
Y la parte que menos (la que te saltarías en bus si lo volvieras a hacer)
No hay parte que menos. Para mi serán las ciudades, pero he preferido evitarlas.
El pelotón
En este viaje íbamos...
1 persona.
"No estoy solo, estoy conmigo"
Rodeado cada instante por la gente...
Las bicis y el equipo
- Tipo de bici: Una bh normal, sin hacerle florituras ni arreglos
- Cómo llevabas el equipo: Alforjas traseras
- En qué plan íbais: Medio
- ¿Algo que te sobrara o faltara?: Para la próxima marroquí sin tienda ni cocina, que lo mejor es integrarse con las familias.
- ¿Alguna pieza del equipo que no iera el resultado esperado?: Mi cocinilla multifuel que aún está por estrenar
- Algo extravagante que llevaras en las alforjas: Prefiero decir algo que dejé fuera de las alforjas antes de salir de casa y era el pensamiento de ir a un país con mi ambición occidental de conocer culturas (destruirlas en muchos casos). Decidí dejar ese peso y llevar ganas, nada más